Distrito Nacional: Una Ciudad Hostil

Resumen

El Distrito Nacional enfrenta serios desafíos de planificación, urbanismo y movilidad que afectan la calidad de vida de sus residentes. La congestión vehicular y la insuficiencia del transporte público caracterizan la problemática, siendo esto uno de los puntos más críticos en su desarrollo. El urbanismo desordenado ha traído consigo numerosas consecuencias como la proliferación de barrios informales, en donde, según el informe “Metodología para la Identificación de Tugurios en el Distrito Nacional” realizado con los datos del CENSO del 2010, el 42.9% de la población del mismo vive en estos asentamientos, caracterizados por la escasez de espacios públicos y la falta de infraestructuras adecuadas, siendo esto consecuencia de una planificación urbana históricamente ineficaz y poco transparente. Afirmaba Edmund Bacon que la ciudad es un acto de voluntad. Bajo este supuesto pudiéramos afirmar que el Distrito Nacional es el resultado de una sucesión de actos en donde se ha visto comprometida la habitabilidad de este. Para transformar esta ciudad hostil en un lugar más habitable y eficiente, es esencial implementar mejoras continuas y sostenibles en el transporte público, desarrollar un plan maestro de urbanismo que incluya elementos urbanos, y asegurar una planificación participativa y transparente. Este ejercicio es el análisis de una ciudad que ha crecido de forma espontánea, y que recoge cómo ha evolucionado su planificación, con instrumentos discrecionales y con bajo control por parte de los gobiernos municipales, lo que ha traído como resultado un Distrito Nacional desarrollado bajo sus propias normas y un criterio muy particular de autoproducir el espacio, basado en el individualismo y las soluciones unilaterales que van en detrimento del sentido de común-unidad que debe prevalecer, y cuáles soluciones son las que mejor se adaptan a la hora de convertir esta ciudad no-habitable en un espacio amigable con el ciudadano.